La retina es una estructura que se encuentra en la parte posterior del ojo. Es justo donde se reflejan las imágenes de aquello que vemos. Está llena de células nerviosas que transforman los estímulos luminosos en señales nerviosas que son enviadas, a través del nervio óptico, a nuestro cerebro para que las interprete.
La mácula es un punto muy específico de la retina con gran relevancia, ya que es donde se capta lo que se denomina ‘visión central’. Capta aquello que vemos al fijar la mirada en un objeto. El resto de la visión, denominada ‘visión periférica’, es captada por el resto de la retina.
El humor vítreo es el gel que rellena el ojo en su parte posterior y que está en contacto directo con la retina.
Es una enfermedad que mayoritariamente afecta a las personas mayores. Produce un deterioro de la mácula que afecta directamente a la visión central, por lo que afecta a la capacidad de leer, conducir y casi cualquier actividad diaria. El paciente ve limitada su visión a la visión periférica por lo que el campo de visión se reduce progresivamente. El tratamiento está enfocado a detener lo antes posible el avance de la enfermedad, ya que la visión perdida es difícilmente recuperable. Consiste en la inyección dentro del ojo de fármacos. Se realizan un mínimo de 3 inyecciones con un periodo entre cada inyección de 25-30 días. El procedimiento se realiza con anestesia tópica (gotas), y dura unos 5 minutos.
Hablamos de desprendimiento de retina cuando se produce una separación de las capas de la retina. Normalmente está causada por un desgarro a través de cual va entrando líquido, lo que favorece la separación de las capas. Las causas pueden ser diversas aunque muchas veces está asociado a golpes y traumatismos. La consecuencia es una perdida acusada del campo visual.
El único tratamiento posible es quirúrgico, y se denomina vitrectomía. Consiste en ir eliminando el gel que rellena el ojo (humor vítreo) y reposicionar la parte de la retina mediante diferentes técnicas quirúrgicas dependiendo de cada caso en concreto.
Se trata de condensaciones del humor vítreo que forman hebras dentro de ojo. Éstas proyectan una sombra sobre la retina que da la sensación de que veamos moscas o manchas flotantes delante de nosotros, sobre todo al mirar una superficie clara como una pared blanca o un cielo azul.
La manera de poder eliminarlas es mediante una vitrectomía, que es la técnica quirúrgica que elimina todo el gel que conforma el humor vítreo y, por tanto, también las condensaciones que hacen aparecer las moscas volantes.